En Europoppers España, creemos en promover información que fomente la seguridad y el bienestar, incluso al tratar temas complejos como el chemsex. El chemsex es un fenómeno que ha ganado relevancia en el mundo, y se caracteriza por el consumo de drogas durante encuentros sexuales prolongados. Estas prácticas suelen incluir sustancias como la metanfetamina, mefedrona, y GHB, que tienen como objetivo aumentar el placer y prolongar las sesiones de sexo. Sin embargo, también presentan riesgos significativos tanto para la salud física como mental de los participantes.
¿Qué es el chemsex y cómo afecta?
El chemsex combina sustancias psicoactivas y prácticas sexuales de larga duración. En muchos casos, estas sesiones pueden extenderse por varios días y están acompañadas de policonsumo de drogas como cocaína, alcohol, y potenciadores sexuales. Aunque algunos participantes buscan desinhibición y una conexión más profunda, las consecuencias pueden ser graves, incluyendo:
- Infecciones de transmisión sexual (ITS): El aumento de enfermedades como el VIH, la hepatitis, la gonorrea y la sífilis se relaciona directamente con estas prácticas de riesgo.
- Dependencia y adicción: El uso repetido de sustancias puede derivar en adicciones, particularmente a drogas como la metanfetamina y el GHB.
- Problemas de salud mental: Ansiedad, depresión y episodios psicóticos suelen estar relacionados con el consumo prolongado de estas sustancias y la falta de sueño.
Chemsex: los Datos en España
En España, el chemsex ha crecido en ciudades como Madrid y Barcelona, donde se reportan altas tasas de participación entre hombres gay y bisexuales. Según datos del Ministerio de Sanidad, las infecciones de ITS han aumentado en los últimos años, en parte debido a la reducción del miedo al VIH por el uso de la profilaxis preexposición (PrEP). La Cesida presenta la primera guía para las buenas prácticas y abordaje del Chemsex. Libertad Digital.
Un aspecto preocupante es la práctica del slamming, que consiste en inyectarse drogas para maximizar su efecto. Esta modalidad incrementa los riesgos de sobredosis y la transmisión de enfermedades por compartir agujas.
Riesgos asociados al chemsex
Los riesgos del chemsex incluyen:
- Sobredosis y complicaciones médicas: Las sustancias como el GHB tienen una dosis efectiva muy cercana a la tóxica, lo que aumenta las probabilidades de sobredosis.
- Duración extrema de las sesiones: Sesiones de más de 24 horas aumentan el desgaste físico y mental de los participantes.
- Transmisión de ITS: Las prácticas sexuales sin protección en el contexto de estas sesiones incrementan la probabilidad de infecciones como la hepatitis C.
Prevención y reducción de riesgos
Si decides practicar chemsex, considera las siguientes medidas para minimizar los riesgos:
- Infórmate: Busca información veraz sobre las drogas que planeas consumir, sus efectos y las dosis seguras.
- Prevención de ITS: Utiliza preservativos, lubricantes y realiza pruebas regulares de ITS.
- Evita el slamming: Si decides inyectarte, usa material estéril y evita compartir agujas para prevenir enfermedades como el VIH.
- Duración controlada: Limita el tiempo de las sesiones para proteger tu salud física y mental.
Cómo actuar en caso de emergencia
En una sesión de chemsex, es vital reconocer señales de sobredosis o malestar. Si alguien pierde la consciencia o tiene problemas para respirar, puedes llamar al 112 y proporcionar los detalles de las sustancias ingeridas.
Conclusión
El chemsex es una práctica que requiere un enfoque responsable. Aunque puede ofrecer una experiencia sexual diferente, los riesgos asociados al consumo de sustancias como la mefedrona o el GHB no deben subestimarse. En Europoppers España, promovemos el bienestar y la información para que quienes practican estas experiencias puedan hacerlo de manera más segura.
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